lunes, 25 de diciembre de 2017
jueves, 19 de octubre de 2017
MIRADAS ENIRIQUE SÁNCHEZ COLLADO
C. C. NICOLÁS SALMERÓN. Mantuano, 51. Madrid
El pintor Enrique Sánchez Collado, (Villa del Río, Córdoba, 1974), acumula en su persona mucho conocimiento sobre la pintura universal y un talento innato para el ejercicio de este arte.
Vocación a la pintura, connatural solercia,
aumentada con el desarrollo del ejercicio del arte, es lo que le permite pintar
con precisión aquello que quiere expresar y que reposa en el universo de sus
ideas, como un sentimiento profundo que pugna por materializarse en la pulsión
a pintarlo.
Con sólida formación, adquirida en la
Facultad de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría sevillana y como docente de
Educación Artística en la Facultad de Ciencias de la Educación de Córdoba, este
artista lo demuestra en sus cuadros de mujeres, que expone, bajo el título de
“Miradas”, en el madrileño Centro Cultural Nicolás Salmerón.
En todos y cada uno de estos cuadros se
descubre un rico sincretismo estilístico, que se concreta en unas obras
singulares, expresiones de una rica personalidad característica y singular, que
dota a la obra de Sánchez Collado de una peculiaridad irrefutable, que le hace
muy reconocible, por la sencillez de sus composiciones, la parvedad de su
paleta y la serenidad de las miradas.
Se descubre en sus figuras femeninas el
hieratismo que singulariza la pintura hispano-flamenca del quince. Los rostros
y ropajes exhalan un hálito inclusivo de las mujeres de Modigliani. Acaso ¿No
hay, en las miradas, algo del misterio de los ojos de la “mujer morena” de su
coterráneo cordobés Julio Romero? De otra parte, se atisba la huella que su
paisano, el pintor de la Escuela de Madrid, Pedro Bueno, ha dejado en su paleta
y en los fondos neutros de sus retratos.
Este eclecticismo sintético dota de una singular
personalidad a esta pintura, que es consecuencia lógica del proceso de economía
de las formas que aplica Sánchez Collado en su diégesis creativa, buscando en
sus figuras la expresión esencial, retirando de las mismas todo elemento
accesorio, que pueda distraer la atención de lo fundamental, de lo emocionante,
de lo poético que está en las miradas.
Así las formas se simplifican, en una
acción de supresión radical, y es el color el que se enseñorea de la obra, haciendo
suyo el pensamiento de Hans Hoffmann, de que “el talento de simplificar
significa eliminar lo innecesario para que así pueda hablar lo necesario”.
Y este es el caso de Sánchez Collado., que
hace suyo la proposición de alcanzar efectos máximos empleando medios mínimos, que
Josef Albert enunció y puso en valor a través de toda su vida artística.
BENITO DE DIEGO GONZÁLEZ
BENITO DE DIEGO GONZÁLEZ
Miembro de las Asociaciones
Internacional, Española y Madrileña de
Críticos de Arte
viernes, 6 de octubre de 2017
martes, 12 de septiembre de 2017
miércoles, 17 de mayo de 2017
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